35x15 EN ROSCA MÉTRICA
Descubro a la mañana
que has vuelto a atornillarte en mi cerebro.
Y hoy al igual que entonces,
vuelve el vástago a tocar zonas vitales
para robarme el hambre y el descanso,
el sentido común y la vergüenza
hasta el punto en que me da lo mismo
so que arre.
Ya lo extraje una vez por obra y gracia
de una curiosa mezcla de mañoso que es uno y refresco de cola,
que para soltar tuercas va bastante mejor que el tres en uno
y a cambio me dejaste el pelo desteñido y un boquete roscado
de unos quince milímetros de diámetro
por el que desde entonces sólo el polvo y algo la lluvia
si hay tormenta, se han colado.
Pero vienes de nuevo,
no sé quién es quién gira a contratuerca,
el caso es que aquí estás,
bloqueada en la rosca de aquel primer tornillo,
frenando con tu abrazo de zinc y acero inoxidable
zonas vitales de mi pensamiento.
Sospecho que esta vez voy a sellar la entrada
y a dejarte allá adentro para siempre
o hasta mañana mismo o hasta dentro de un rato,
qué demonios, que hay mil cosas que hacer
y ando embobado cual si fuera un bichejo de laboratorio
al que metieran un hierro
en la cabeza.
SI LOS HIJOSDEPUTA VOLASEN NO VERÍAMOS EL SOL
... mecago en vuestra raza puñetera la leche que mamasteis vuestra jodida casa y todo aquello en lo que vuestras piojosas cabezas deformadas puedan creer me cago en ello y albergo la esperanza de que unas purgaciones galopantes adquiridas en parques o en baños sórdidos de bares y estaciones os corroan feroces la entrepierna después de que ya ciegos por las drogas infames que administráis por vuestros orificios corporales ni así reconozcáis a vuestro PUTO PADRE...
—No hables de esa manera, que me asustas…
—Es que es la quinta vez que me rayan el coche.