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MARIBEL DOMÍGUEZ REAL

Cáceres, 1957

 

NAKED MOON

El títere invisible
de tu mueca amarga
atraviesa el contraluz.

En el punto exacto / muerde la vertical de la lluvia.

Mientras interrogas al silencio
los sueños se evaporan
hinchados de polvo y óxido.
Rebotan brutalmente / con áspera indiferencia
en las costras de la memoria.

Las ortigas sonámbulas
con las últimas sustancias / fermentan
apuntalando la carcoma / royéndome la rabia.

Suspendido en los párpados
el frío se condensa
con reminiscencias febriles
desnudándome la piel.

La luna lo borra todo / fatalmente.

Nieva en mi corazón
con la maldición de un vómito blanco.

SUEÑOS ROTOS

Cansada de escuchar y no entender
mordisqueo las ojeras a la noche.
Ahogada en cerveza lloro por dentro.
Entre esferas de humo viaja mi soledad a beber olvido.

Cuando el dolor aprieta / con sabor salado escuecen las llagas.

Llueve en la oquedad de mi vientre.
La sangre se pone de pie
y el corazón sube a la boca apurando una copa de veneno
y vitaminas extras.

Me dejo llevar por unos gramos de locura en vena / voy a ninguna parte.
Frente a la soledad / la piel desnuda cada vez más rota.
Siempre somos los mismos extirpando recuerdos con la niebla.

Lo que queda de mí se pudre en pozos negros y bares malditos
donde emponzoño mi bilis y marchito mi tiempo / hastiado de desazón
y sustancias.

Me ahoga el aire saboreando el tedio.
En un trago corto / consumo la savia de la vida y la reto.
No hay reproches / ni calor que acelere el latido.
Con sed de ternura y con aguardiente / remato a sorbos la madrugada.

Recostada en la apatía / voy perdiendo mi cintura en garitos de moda
repletos de guiris con la sonrisa prestada / esforzándose al son
de bulerías / ahogándose en el garbo de su propia estupidez.

Practico la seducción como doctrina social
entre los marcados del olvido.

Alquilo mis ratos y mi boca de carmín caliente.
He patentado mi forma de besar.

Al paso / al trote galopo omnipotente por la ruta del mal
para entrar en el reino de los sueños.

Ya todo me duele y tiemblo
con el último gramo adulterado de autopsia.

En el estomago
un vacío inmenso... lleno de lágrimas.
El cielo se riega a borbotones con sangre de mi sangre caliente.
En mis ojos se derrama un océano / mientras en los charcos negros
se tiñen las rosas de la noche.

Por los sueños rotos resbala la lluvia.
No hay luna clara.
No hay diálogo en esta soledad.