NIEBLA
Niebla cenicienta,
escarcha apelmazada,
crepúsculo grisáceo,
triste tierra parda...
El día en penumbra
y la noche fiera,
el sol eclipsaste,
luceros y estrellas,
y la luna...
bogando en tinieblas.
Yo que me sentía
lozana y risueña,
lánguida y marchita
mi tersa mejilla.
¡Oh grisácea cenicienta!
Eres humo sin hoguera.
Tu penumbra me enloquece.
Desvanece tu tiniebla;
abre tus alas y vuela,
no prolongues mi ceguera.
¡Deja paso al sol naciente,
oh grisácea cenicienta!
Devuélveles a mis ojos
claridad y transparencia.